Cuando va a someterse a un colocación de prótesis de cadera o rodilla, puede recibir dos tipos principales de anestésicos:
También existen otros procedimientos que deberían reducir su dolor y hacer que se sienta más cómodo. Éstos son:
La mayoría de los hospitales lo invitarán a asistir a una evaluación preoperatoria para observar su estado general de salud y sus niveles de actividad.
Traiga sus medicamentos en el empaque original o una lista de los medicamentos que toma en la actualidad. Se le preguntará sobre su estado general de salud, actividad física, enfermedades, operaciones anteriores y anestésicos que ha recibido en el pasado. También se le preguntará si tiene alergias.
El anestesiólogo evaluará su estado de salud para la operación y solicitará que se realicen los análisis necesarios, como análisis de sangre o un ECG (electrocardiograma). También puede hablar con usted sobre los diferentes tipos de anestesia para su operación. Es posible que recomienden que se utilice una técnica anestésica en particular si usted tiene algún problema de salud.
Es posible que el anestesiólogo considere que existen riesgos muy altos en pacientes con problemas médicos complejos o que tienen grandes limitaciones para realizar actividad que no están relacionadas con las articulaciones. Es posible que usted desee más tiempo para pensar si debe operarse y conversar sobre ello con su familia, su médico de cabecera u otras personas.
Algunos hospitales ofrecen un programa de recuperación acelerada, cuyo objetivo es acortar el tiempo que lleva recuperarse de una operación y acelerar el regreso a la vida normal. Esto significa que el personal que lo cuidará seguirá un programa de atención basado en la evidencia, denominado vía de atención. Esto abarca:
La atención anestésica para una recuperación acelerada también reducirá al mínimo el dolor y las secuelas molestas. La mayoría de los programas de recuperación acelerada ofrecen sesiones de información antes de la cirugía. Los miembros del equipo que lo atenderán le explicarán cada etapa de la estadía en el hospital y la recuperación. Usted también puede hacer preguntas sobre el procedimiento y la anestesia.
Usted puede hacer mucho para prepararse para la cirugía y el período de recuperación si le van a realizar una cirugía programada.
La anestesia para la colocación de prótesis de cadera o rodilla puede ser una combinación de anestesia raquídea, anestesia general, bloqueo nervioso y sedación. El anestesiólogo le indicará cuál es la mejor opción.
El uso de inyecciones espinales para administrar anestesia en reemplazos de cadera y rodilla es común. Una anestesia raquídea o espinal es una inyección de anestésico local. Para administrar una epidural o peridural, el anestesiólogo coloca un tubo fino de plástico (catéter peridural) en la espalda. Esto permite administrar más anestesia local si es necesario. Los efectos de una peridural pueden durar mucho más que los de un anestésico raquídeo o espinal y pueden mantenerlo en cama por más tiempo.
Consulte nuestra sección La anestésa raquidea para ampliar la información.
Hay dos situaciones en las que el anestesiólogo puede sugerir una peridural en lugar de anestesia raquídea:
Sin embargo, una epidural puede mantenerlo más tiempo en cama. Su anestesiólogo le dirá si considera que una anestesia epidural sería la indicada para usted.
La anestesia general produce un estado controlado de inconsciencia durante el cual usted no siente nada. Recibirá:
Necesitará un tubo en la tráquea para respirar mientras se encuentre anestesiado, para que el oxígeno y los gases anestésicos puedan llegar a los pulmones. Si ha recibido medicamentos para relajar los músculos, no podrá respirar por sí mismo y se utilizará una máquina de respiración (respirador). Estará inconsciente durante todo el procedimiento. Cuando finalice la operación, se detendrá la anestesia y usted recobrará la conciencia.
Desventajas
La anestesia general por sí sola no proporciona alivio para el dolor después de la operación. Se pueden necesitar analgésicos fuertes que hacen que algunas personas sientan mareo, somnolencia, nauseas, vómitos o picazón.
Si se utilizan durante varios días, pueden producir estreñimiento.
Para el manejo del dolor después de la operación, junto con la anestesia general se puede ofrecer un bloqueo nervioso (en el cual se inyectan medicamentos anestésicos alrededor de un nervio), la infiltración de la herida quirúrgica (en la cual se inyectan medicamentos anestésicos alrededor de la herida quirúrgica) o, en algunas ocasiones, anestesia raquídea.
Puede encontrar mayores detalles sobre la anestesia en nuestra sección Anestesia: Todo lo que debe saber antes, durante y después de operarse
Se trata de una inyección de un anestésico local que se aplica cerca a los nervios que van a las piernas.
Hay diferentes tipos de bloqueos nerviosos. Su anestesiólogo puede localizar el nervio correcto utilizando una máquina de ultrasonido o ecógrafo.
Una parte de la pierna estará entumecida y no sentirá dolor por algunas horas después del procedimiento.
Dependiendo del tipo de bloqueo nervioso, es posible que no pueda mover bien la pierna durante este tiempo.
La operación no se puede realizar solamente con un bloqueo nervioso. También necesitará anestesia general o espinal.
Obtenga mayor información en nuestra sección Bloquos nerviosos para intervenciones quirúrgicas
Ventajas
Un bloqueo nervioso alivíará el dolor por varias horas y reducirá la necesidad de utilizar analgésicos fuertes. Esto ayudará con la recuperación y a volver a comer y beber más rápido.
Desventajas
Aunque hay un mayor alivio del dolor, el bloqueo nervioso puede hacer que no pueda mover la pierna por completo y que tarde más en volver a caminar.
Esta es una inyección de anestesia local, y en ocasiones de otro medicamento para el alivio del dolor, alrededor de la articulación sobre la cual se realizará la operación.
La administra el cirujano durante la operación. Puede administrarse además de la anestesia raquídea o general para que esté más cómodo después de la operación.
Algunas veces se deja un pequeño tubo plástico en la articulación para administrar más inyecciones.
Ventajas
Mejora el alivio del dolor sin afectar la fuerza muscular de la pierna. El alivio del dolor varía, pero usted podrá levantarse más pronto que con un bloqueo nervioso.
La sedación se utiliza frecuentemente con una anestesia raquídea para generarle relajación y sueño durante la operación.
Hable con su anestesiólogo sobre el uso de la sedación para que sepa lo que usted desea. Puede leer más sobre la sedación en nuestra sección La sedación explicada
Si tiene diabetes consulte con su anestesiólogo sobre cuándo comer y beber, y sobre qué medicamento para la diabetes tomar el día de su operación.
Si es fumador, no debe fumar el día de su operación. Tampoco debe fumar cigarrillos electrónicos.
Si toma medicamentos, deberá seguir las instrucciones del anestesiólogo sobre qué pastillas tomar ese día. Se le permitirá beber un sorbo de agua para tomar las pastillas que necesite aunque ya haya comenzado el ayuno.
Si toma algún medicamento anticoagulante, como Warfarina o clopidogrel, deberá consultar con su especialista sobre cuándo dejar de tomarlos. Sin embargo, dejar de tomar estos medicamentos podría producir riesgos, por lo cual, es posible que le receten medicamentos para sustituirlos.
Si se siente indispuesto al momento en que debe presentarse en el hospital, comuníquese por teléfono con la coordinación quirúrgica del hospital para pedir asesoramiento.
Su anestesiólogo se reunirá con usted antes de la operación. Si no se han reunido antes, le informará sobre las opciones de anestesia que son adecuadas para usted.
Este es el nombre de los fármacos que pueden administrarse antes de un anestésico. Puede recibir un medicamento para prevenir la náusea, reducir la acidez en el estómago, iniciar el alivio del dolor o ayudarle a relajarse si su anestesiólogo lo considera conveniente en su caso.
Cuando ingrese a la unidad quirúrgica le harán algunas preguntas de rutina antes de la anestesia. Le preguntarán su nombre, fecha de nacimiento, el tipo de cirugía que recibirá y en qué lado del cuerpo (izquierdo o derecho, si corresponde), cuándo fue la última vez que comió o bebió y si tiene alguna alergia. Estas preguntas son habituales en todos los hospitales y forman parte de los protocolos de seguridad del paciente que contribuyen a disminuir los riesgos de la operación.
La anestesia se realizará en una sala habilitada para tal efecto o en el propio quirófano. El anestesiólogo trabajará con un con un asistente cualificado. El anestesiólogo o el asistente lo conectará a las máquinas que miden su ritmo cardíaco, presión sanguínea y niveles de oxígeno (en ocasiones, también a otras adicionales). Utilizarán una aguja para insertar un tubo delgado de plástico maleable (llamado catéter) en una vena en el dorso de su mano o brazo.
Un anestesiólogo (o un médico que está realizando la residencia de la especialidad en anestesiología bajo su supervisión) lo acompañará durante toda la operación para hacer un seguimiento de su estado de salud y ajustará la anestesia cuando sea necesario. Si permanece despierto o está sedado, el anestesiólogo podrá hablar con usted para calmarlo y ayudarle a relajarse.
Durante o después de algunas cirugías, se puede producir una pérdida considerable de sangre. De ser necesario, se puede realizar una transfusión de sangre para reemplazar la sangre perdida. Hable con su cirujano o anestesiólogo si desea saber más sobre las transfusiones de sangre y otras alternativas disponibles.
Por lo general, la anestesia para un reemplazo de rodilla o cadera se enfoca en minimizar el dolor postoperatorio. Sin embargo, sentir dolor es normal durante el proceso de recuperación. El objetivo del manejo del dolor luego de la cirugía es hacer que el dolor sea tolerable y permitir que se ponga de pie y empiece a utilizar la nueva articulación. Es imposible eliminar el dolor por completo y debe esperar cierto grado de dolor luego de una cirugía.
Algunas maneras de aliviar el dolor son las siguientes:
Pastillas o comprimidos por vía oral
Este es uno de los métodos de control del dolor utilizado luego de un remplazo de rodilla o cadera.
Bloqueos de nervios y epidurales
Pueden aliviar el dolor eficazmente por horas o días posteriores a la cirugía.
Infiltración de la herida quirúrgica
Puede aliviar el dolor durante algunas horas posteriores a la cirugía.
Inyecciones
Las inyecciones intravenosas surten efecto rápidamente, mientras que las que se administran en un músculo de la pierna o glúteo tardan un poco más en tener efecto. Es posible que se administren analgésicos fuertes como la morfina o la codeína. En ocasiones, el dolor intenso es un indicio de que algo está mal, así que siempre comuníqueselo a sus enfermeros y pídales asesoramiento y ayuda.
Puede ampliar la información sobre que debe esperar y como se puede tratar el dolor después de su operación en la sección Comprensión y manejo del dolor
Es poco frecuente que se produzcan problemas graves con la anestesia moderna. Aunque no se pueden eliminar los riesgos por completo, en los últimos años, el equipamiento moderno junto con la formación y los fármacos han convertido a la anestesia en un procedimiento mucho más seguro.
Algunos efectos adversos comunes son el dolor de garganta, las náuseas, la sed, los temblores y los hematomas. Podría producirse una pérdida temporal de la memoria; esto es más común en los pacientes mayores de 60 años.
Existen riesgos poco habituales, como lesiones dentales y daño nervioso. Se estima que el riesgo de sufrir una reacción alérgica grave a un fármaco es de 1 en 10.000.
Existe el riesgo, aunque es muy inusual, de permanecer consciente durante el periodo de anestesia general (de 1 en 20.000). Se estima que el riesgo de muerte por consecuencia directa de un anestésico en pacientes con buena salud es menor a 1 en 100.000.
Puede tener una idea mas clara de lo que implican estos riesgos en nuestra sección Riesgos de la anestesia de un vistazo
Los anestesiólogos toman muchas precauciones para disminuir estos riesgos. Su anestesiólogo podrá brindarle más información sobre todos los riesgos y las medidas que se toman para evitarlos.
A mayor edad, y si el paciente tiene problemas de salud, también aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos en las piernas o pulmones, complicaciones cardíacas, accidente cerebrovascular e incluso la muerte en el momento de una operación. Consulte estos riesgos con su cirujano y anestesiólogo.