Las opciones de anestesia para la colocación de prótesis de cadera o rodilla


Esta sección explica qué esperar de la anestesia cuando se somete a una operación para reemplazar su cadera o rodilla.


 Introducción


Cuando va a someterse a un colocación de prótesis de cadera o rodilla, puede recibir dos   tipos principales de anestésicos: 

  • una anestesia raquídea (a veces junto con sedación para relajarlo), o
  • una anestesia general.


 También existen otros procedimientos que deberían reducir su dolor y hacer que se sienta más cómodo. Éstos son: 

  • un bloqueo nervioso
  • una infiltración de anestesia local (inyecciones) alrededor de la articulación y la herida
  • en ocasiones, una epidural o peridural.

 

Antes de la operación  


La evaluación preoperatoria


 La mayoría de los hospitales lo invitarán a asistir a una evaluación preoperatoria para observar su estado general de salud y sus niveles de actividad.

Traiga sus medicamentos en el empaque original o una lista de los medicamentos que toma en la actualidad. Se le preguntará sobre su estado general de salud, actividad física, enfermedades, operaciones anteriores y anestésicos que ha recibido en el pasado. También se le preguntará si tiene alergias. 

El anestesiólogo evaluará su estado de salud para la operación y solicitará que se realicen los análisis necesarios, como análisis de sangre o un ECG (electrocardiograma). También puede hablar con usted sobre los diferentes tipos de anestesia para su operación. Es posible que recomienden que se utilice una técnica anestésica en particular si usted tiene algún problema de salud. 

Es posible que el anestesiólogo considere que existen riesgos muy altos en pacientes con problemas médicos complejos o que tienen grandes limitaciones para realizar actividad que no están relacionadas con las articulaciones. Es posible que   usted desee más tiempo para pensar si debe operarse y conversar sobre ello con su familia, su médico de cabecera  u otras personas. 


Programa de recuperación acelerada (fast-track)


 Algunos hospitales ofrecen un programa de recuperación acelerada, cuyo objetivo es acortar el tiempo que lleva recuperarse de una operación y acelerar el regreso a la vida normal. Esto significa que el personal que lo cuidará seguirá un programa de atención basado en la evidencia, denominado vía de atención. Esto abarca: 

  • prepararlo para la cirugía
  • proponer un plan para la anestesia y el alivio del dolor
  • organizar la atención que necesitará luego de la operación, y
  • fomentar comenzar a comer, beber y caminar lo más pronto sea posible, para acortar el tiempo que necesitará estar hospitalizado.


 La atención anestésica para una recuperación acelerada también reducirá al mínimo el dolor y las secuelas molestas. La mayoría de los programas de recuperación acelerada ofrecen sesiones de información antes de la cirugía. Los miembros del equipo que lo atenderán le explicarán cada etapa de la estadía en el hospital y la recuperación. Usted también puede hacer preguntas sobre el procedimiento y la anestesia. 


Preguntas que debería hacerle al anestesiólogo


  • ¿Qué puedo hacer yo para mejorar mi estado de salud antes de la cirugía?
  • ¿Quién me administrará la anestesia?
  • ¿Qué tipo de anestésico me recomiendan?
  • ¿Ha utilizado con frecuencia este tipo de anestésico?
  • ¿Cuáles son los riesgos de este tipo de anestésico?
  • ¿Tengo algún riesgo particular?
  • ¿Cómo me sentiré después?


Los preparativos para la operación


 Usted puede hacer mucho para prepararse para la cirugía y el período de recuperación si le van a realizar una cirugía programada. 

  • Si usted fuma, dejar de hacerlo varias semanas antes de la operación reducirá el riesgo de problemas respiratorios durante la anestesia y después de la cirugía.
  • Si tiene sobrepeso, reducir su peso disminuirá muchos de los riesgos de recibir anestesia y mejorará su recuperación.
  • Si tiene dientes o coronas flojos, recibir tratamiento puede reducir el riesgo de que se dañen los dientes durante la anestesia.
  • Si tiene problemas de salud crónicos, como diabetes, asma o bronquitis crónica, problemas de tiroides, afecciones cardíacas o presión arterial alta, debería consultar con su médico de cabecera que estos estén controlados lo mejor  posible antes de la cirugía.
  • Aumentar su actividad en las semanas previas a la cirugía puede mejorar la función cardíaca y su condición física. Diversos estudios han demostrado que esto puede marcar una gran diferencia en la recuperación de la cirugía. Si le duelen las articulaciones, puede que hacer natación lo ayude.
  • Asegúrese de tener medicamentos suficientes para su estadía en el hospital, así como también baterías para los audífonos. Empaque algunas revistas, rompecabezas o música y auriculares para ayudarlo a relajarse antes y después de la cirugía.
  • Es mejor planificar su recuperación en casa con anticipación y avisar a sus amigos y familiares cómo pueden ayudarlo de la mejor manera. Piense en lo que va a comer, si necesita algún equipo complementario o si puede hacer cambios en casa para facilitar su recuperación.

 

Opciones de anestesia


 La anestesia para la colocación de prótesis de cadera o rodilla puede ser una combinación  de anestesia raquídea, anestesia general, bloqueo nervioso y sedación. El anestesiólogo le indicará cuál es la mejor opción.


Anestesia raquídea


El uso de inyecciones espinales para administrar anestesia en reemplazos de cadera y rodilla es común. Una anestesia raquídea o espinal es una inyección de anestésico local. Para  administrar una epidural o peridural, el anestesiólogo coloca un tubo fino de plástico (catéter peridural) en la espalda. Esto permite administrar más anestesia local si es necesario. Los efectos de una peridural pueden durar mucho más que los de un anestésico raquídeo o espinal y pueden mantenerlo en cama por más tiempo. 

Consulte nuestra sección La anestésa raquidea para ampliar la información. 

Hay dos situaciones en las que el anestesiólogo puede sugerir una peridural en lugar de anestesia raquídea: 

  • si existe la necesidad de un posterior alivio del dolor más duradero, o
  • si se espera que la operación dure más de dos o tres horas.


 Sin embargo, una epidural puede mantenerlo más tiempo en cama. Su anestesiólogo le dirá si considera que una anestesia epidural sería la indicada para usted. 


Anestesia general 


La anestesia general produce un estado controlado de inconsciencia durante el cual usted no siente nada. Recibirá: 

  • medicamentos anestésicos (una inyección o un gas por inhalación)
  • inhalación de oxígeno, y,
  • algunas veces, también un medicamento para relajar los músculos.


 Necesitará un tubo en la tráquea para respirar mientras se encuentre anestesiado, para que el oxígeno y los gases anestésicos puedan llegar a los pulmones. Si ha recibido medicamentos para relajar los músculos, no podrá respirar por sí mismo y se utilizará una máquina de respiración (respirador). Estará inconsciente durante todo el procedimiento. Cuando finalice la operación, se detendrá la anestesia y usted recobrará la conciencia. 


Desventajas

La anestesia general por sí sola no proporciona alivio para el dolor después de la operación. Se pueden necesitar analgésicos fuertes que hacen que algunas personas sientan mareo, somnolencia, nauseas, vómitos o picazón. 

Si se utilizan durante varios días, pueden producir estreñimiento. 

Para el manejo del dolor después de la operación, junto con la anestesia general se puede ofrecer un bloqueo nervioso (en el cual se inyectan medicamentos anestésicos alrededor de un nervio), la infiltración de la herida quirúrgica (en la cual se inyectan medicamentos anestésicos alrededor de la herida quirúrgica) o, en algunas  ocasiones, anestesia raquídea. 

Puede encontrar mayores detalles sobre la anestesia en nuestra sección Anestesia: Todo lo que debe saber antes, durante y después de operarse   


El bloqueo nervioso 


Se trata de una inyección de un anestésico local que se aplica cerca a los nervios que van a las piernas. 

Hay diferentes tipos de bloqueos nerviosos. Su anestesiólogo puede localizar el nervio correcto utilizando una máquina de ultrasonido o ecógrafo. 

Una parte de la pierna estará entumecida y no sentirá dolor por algunas horas después del procedimiento. 

Dependiendo del tipo de bloqueo nervioso, es posible que no pueda mover bien la pierna durante este tiempo. 

La operación no se puede realizar solamente con un bloqueo nervioso. También necesitará anestesia general o espinal.  


Obtenga mayor información  en nuestra sección Bloquos nerviosos para intervenciones quirúrgicas


Ventajas

Un bloqueo nervioso alivíará el dolor por varias horas y reducirá la necesidad de utilizar analgésicos fuertes. Esto ayudará con la recuperación y a volver a comer y beber más rápido.  


Desventajas

Aunque hay un mayor alivio del dolor, el bloqueo nervioso puede hacer que no pueda mover la pierna por completo y que tarde más en volver a caminar. 


Infiltración de la herida quirúrgica


Esta es una inyección de anestesia local, y en ocasiones de otro medicamento para el alivio del dolor, alrededor de la articulación sobre la cual se realizará la operación. 

La administra el cirujano durante la operación. Puede administrarse además de la anestesia raquídea o general para que esté más cómodo después  de la operación. 

Algunas veces se deja un pequeño tubo plástico en la articulación para administrar más inyecciones. 


Ventajas

Mejora el alivio del dolor sin afectar la fuerza muscular de la pierna. El alivio del dolor varía, pero usted podrá levantarse más pronto que con un bloqueo nervioso. 


Sedación


 La sedación se utiliza frecuentemente con una anestesia raquídea para generarle relajación y sueño durante la operación. 

  • Con frecuencia, la sedación se puede adaptar a su preferencia (como sedación mínima, moderada o profunda).
  • Las personas que reciben sedación con frecuencia recuerdan haber estado despiertas en el quirófano.

 Hable con su anestesiólogo sobre el uso de la sedación para que sepa lo que usted desea. Puede leer más sobre la sedación en nuestra sección La sedación explicada


El día de su operación


El hospital le dará instrucciones claras sobre cuándo dejar de comer y beber. Estas instrucciones son importantes. Si cuando está bajo anestesia hay alimentos o líquidos en su estómago, estos podrían llegar hasta su garganta y pulmones. Esto podría poner en riesgo su vida.


Si tiene diabetes consulte con su anestesiólogo sobre cuándo comer y beber, y sobre  qué medicamento para la diabetes tomar el día de su operación. 

Si es fumador, no debe fumar el día de su operación. Tampoco debe fumar cigarrillos electrónicos. 

Si toma medicamentos, deberá seguir las instrucciones del anestesiólogo sobre qué pastillas tomar ese día. Se le permitirá beber un sorbo de    agua para tomar las pastillas que necesite aunque ya haya comenzado el ayuno.

Si toma algún medicamento anticoagulante, como Warfarina o clopidogrel, deberá consultar con su especialista sobre cuándo dejar de tomarlos. Sin embargo, dejar de tomar estos medicamentos podría producir riesgos, por lo cual, es posible que le receten medicamentos para sustituirlos. 

Si se siente indispuesto al momento en que debe presentarse en el hospital, comuníquese por teléfono con la coordinación quirúrgica del hospital para pedir asesoramiento. 


El encuentro con su anestesiólogo


 Su anestesiólogo se reunirá con usted antes de la operación. Si no se han reunido antes, le informará sobre las opciones de anestesia que son adecuadas para usted. 


Recibir premedicación


 Este es el nombre de los fármacos que pueden administrarse antes de un anestésico. Puede recibir un medicamento para prevenir la náusea, reducir la acidez en el estómago, iniciar el alivio del dolor o ayudarle a relajarse si su anestesiólogo lo considera conveniente en su caso. 


Cuando sea llamado para la operación


  • un miembro del equipo irá con usted al quirófano.
  • Por lo general, usted podrá usar sus lentes, sus audífonos y su dentadura postiza hasta que se encuentre en la sala donde se le administrará la anestesia. Podrá tenerlos puestos si no va a recibir anestesia general.
  • Si va a recibir anestesia local o regional, es posible que pueda llevar su propio dispositivo electrónico y auriculares para escuchar música (consulte con su anestesiólogo previamente).
  • Puede ir al quirófano caminando (acompañado de un miembro del personal), en una silla de ruedas o en una camilla. Si lo hace caminado, por lo general podrá vestir su propia bata y calzado.


Cuando ingrese a la unidad quirúrgica le harán algunas preguntas de rutina antes de la anestesia. Le preguntarán su nombre, fecha de nacimiento, el tipo de cirugía que recibirá y en qué lado del cuerpo (izquierdo o derecho, si corresponde), cuándo fue la última vez que comió o bebió y si tiene alguna alergia. Estas preguntas son habituales en todos los hospitales y forman parte de los protocolos de seguridad del paciente que contribuyen a disminuir los riesgos de la operación. 


Al comenzar la anestesia


 La anestesia se realizará en una sala habilitada para tal efecto o en el propio quirófano. El anestesiólogo trabajará con un con un asistente cualificado. El anestesiólogo o el asistente lo conectará a las máquinas que miden su ritmo cardíaco, presión sanguínea y niveles de oxígeno (en ocasiones, también a otras adicionales). Utilizarán una aguja para insertar un tubo delgado de plástico maleable (llamado catéter) en una vena en el dorso de su mano o brazo. 


Durante la cirugía


 Un anestesiólogo (o un médico que está realizando la residencia de la especialidad en anestesiología bajo su supervisión) lo acompañará durante toda la operación para hacer un seguimiento de su estado de salud y ajustará la anestesia cuando sea necesario. Si  permanece despierto o está sedado, el anestesiólogo podrá hablar con usted  para calmarlo y ayudarle a relajarse. 


Transfusión de sangre


 Durante o después de algunas cirugías, se puede producir una pérdida considerable de sangre. De ser necesario, se puede realizar una transfusión de sangre para reemplazar la sangre perdida. Hable con su cirujano o anestesiólogo si desea saber más sobre las transfusiones de sangre y otras alternativas disponibles. 


Después de la cirugía


  • Lo llevarán a una sala de recuperación ubicada cerca del quirófano.
  • Allí recibirá atención personalizada por parte de un profesional de la salud. Compartirá la habitación con otros pacientes. El personal controlará su pulso, presión sanguínea y niveles de oxígeno. Normalmente se le suministrará oxígeno por medio de una mascarilla facial plástica. Es posible que se le suministre suero (una bolsita llena con fluido estéril conectada a la vía venosa) para mantenerlo bien hidratado.
  • Si siente dolor o nauseas, será tratado de inmediato.
  • Puede que le ofrezcan algo de beber.
  • Cuando el personal de la sala de recuperación esté seguro de que se ha recuperado de la anestesia sin complicaciones, lo trasladarán de nuevo a una habitación.


Alivio del dolor


 Por lo general, la anestesia para un reemplazo de rodilla o cadera se enfoca en minimizar el dolor postoperatorio. Sin embargo, sentir dolor es normal durante el proceso de recuperación. El objetivo del manejo del dolor luego de la cirugía es hacer que el dolor sea tolerable y permitir que se ponga de pie y empiece a utilizar la nueva articulación. Es imposible eliminar el dolor por completo y debe esperar cierto grado de dolor luego de una cirugía.

Algunas maneras de aliviar el dolor son las siguientes: 


Pastillas o comprimidos por vía oral 

Este es uno de los métodos de control del dolor utilizado luego de un remplazo de rodilla o cadera. 


Bloqueos de nervios y epidurales

Pueden aliviar el dolor eficazmente por horas o días posteriores a la cirugía. 


Infiltración de la herida quirúrgica

Puede aliviar el dolor durante algunas horas posteriores a la cirugía. 


Inyecciones

Las inyecciones intravenosas surten efecto rápidamente, mientras que las que se administran en un músculo de la pierna o glúteo tardan un poco más en tener efecto. Es posible que se administren analgésicos fuertes como la morfina o la codeína. En ocasiones, el dolor intenso es un indicio de que algo está mal, así que siempre comuníqueselo a sus enfermeros y pídales asesoramiento y ayuda.


Puede ampliar la información sobre que debe esperar y como se puede tratar el dolor después de su operación en la sección Comprensión y manejo del dolor


Efectos secundarios y riesgos comunes


 Es poco frecuente que se produzcan problemas graves con la anestesia moderna. Aunque no se pueden eliminar los riesgos por completo, en los últimos años, el equipamiento moderno junto con la formación y los fármacos han convertido a la anestesia en un procedimiento mucho más seguro. 

Algunos efectos adversos comunes son el dolor de garganta, las náuseas, la sed, los temblores y los hematomas. Podría producirse una pérdida temporal de la memoria; esto es más común en los pacientes mayores de 60 años. 

Existen riesgos poco habituales, como lesiones dentales y daño nervioso. Se estima que el riesgo de sufrir una reacción alérgica grave a un fármaco es de 1 en 10.000.

Existe el riesgo, aunque es muy inusual, de permanecer consciente durante el periodo de anestesia general (de 1 en 20.000). Se estima que el riesgo de muerte por consecuencia directa de un anestésico en pacientes con buena salud es menor a 1 en     100.000. 

Puede tener una idea mas clara de lo que implican estos riesgos en nuestra sección Riesgos de la anestesia de un vistazo 

Los anestesiólogos toman muchas precauciones para disminuir estos riesgos. Su anestesiólogo podrá brindarle más información sobre todos los riesgos y las medidas que se toman para evitarlos. 

A mayor edad, y si el paciente tiene problemas de salud, también aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos en las piernas o pulmones, complicaciones cardíacas, accidente cerebrovascular e incluso la muerte en el momento de una operación. Consulte estos riesgos con su cirujano y anestesiólogo.


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