La vía respiratoria
La vía respiratoria es el camino que sigue el aire para llegar a sus pulmones. Cuando inhala, el aire entra a través de su nariz y boca y fluye por su garganta, laringe (glotis) y tráquea para llegar a sus pulmones. Su cuerpo toma el oxígeno que necesita de este aire. Durante la anestesia, los gases anestésicos se pueden mezclar con este aire para que permanezca dormido/a durante la intervención quirúrgica.
Además de dar la anestesia, el anestesiólogo es el responsable de su bienestar durante la intervención quirúrgica. Esto incluye garantizar que sus pulmones siguen recibiendo oxígeno mientras esté anestesiado.
Esto es especialmente importante durante una anestesia general o sedación profunda, porque los músculos alrededor de su lengua y garganta se relajan y podrían bloquear la vía respiratoria. El anestesiólogo planificará la mejor manera de prevenir esto. Esto se llama «el manejo» de la vía respiratoria.
A | Labio superior |
B | mentón |
C | Lengua |
D | Cavidad nasal |
E | Paladar blando |
F | Úvula |
G | Faringe (porción de la vía respiratoria) |
A | Labio superior |
B | mentón |
C | Lengua |
D | Cavidad nasal |
E | Paladar blando |
F | Úvula |
G | La lengua bloquea el flujo de aire |
El gas más importante que se le dará es el oxígeno. Antes de que comience la anestesia, se le puede pedir que respire oxígeno a través de una mascarilla facial de plástico o de tubos de plástico blandos en las fosas nasales. Esto le da a sus pulmones oxígeno adicional antes de que comience la anestesia.
El anestesiólogo tiene métodos y equipos diferentes para ayudarles a manejar su vía respiratoria. Estos variarán en función de sus elecciones, de usted como paciente y del tipo de intervención quirúrgica a la que vaya a someterse.
Hay distintos tipos de tubos que se pueden colocarse en la boca, dentro de la garganta o en la tráquea, para así abrir la vía respiratoria y permitir que el oxígeno y los gases anestésicos lleguen fácilmente a los pulmones. Normalmente, estos dispositivos se colocan una vez usted está dormido (o esté profundamente sedado/a), por lo que no tendrá ningún conocimiento ni recuerdo de su uso o inserción. La colocación de un tubo en su tráquea se conoce como ´intubación traqueal´.
Antes de la anestesia, su anestesiólogo querrá hacer algunas preguntas para que puedan hacer el mejor plan para su anestesia y el manejo de su vía respiratoria. Si usted conoce cualquier dificultad previa en el manejo de su vía respiratoria y su respiración, deberá informarla al anestesiólogo. También revisará los registros de sus anestesias previas, si están disponibles.
Le preguntará sobre condiciones médicas relevantes, como por ejemplo artritis en el cuello, apnea obstructiva del sueño o reflujo ácido.
Su anestesiólogo puede realizar algunas pruebas para ayudar a predecir qué tipo de manejo de vía respiratoria se requiere en su caso. Por ejemplo:
Las personas interpretan las palabras y los números de formas diferentes. Proporcionamos esta escala para ayudar a su comprensión de los riesgos en anestesia.
Dolor de garganta
La colocación de equipos para la vía respiratoria en la garganta puede causar dolor de garganta después de la intervención quirúrgica. Esto es muy frecuente.
Daños dentales y lesiones en los labios o la lengua
Hay un riesgo de daño a los dientes, labios y la lengua cuando se coloca o quita el tubo de respiración. Esto es más probable si tiene dientes frágiles, coronas o una vía respiratoria que sea difícil de manejar. Los pequeños hematomas o cortes en los labios son frecuentes y ocurren en aproximadamente 1 de cada 20 anestesias. Las lesiones leves suelen curarse rápidamente. El daño a los dientes que requiere tratamiento es poco frecuente y ocurre en uno de cada 4500 anestesias en los dientes sanos.
Intubación fallida
Aunque es poco frecuente, al anestesiólogo puede resultarle difícil o imposible colocar un tubo en su vía respiratoria. Esto se llama intubación fallida. Si esto ocurre, puede que el anestesiólogo tenga que despertarle y posponer la intervención quirúrgica. La intubación fallida ocurre en aproximadamente 1 de cada 2000 anestesias para intervenciones quirúrgicas planeadas. Es más frecuente en la intervención quirúrgica de emergencia y más frecuente todavía en pacientes embarazadas, donde ocurre en aproximadamente 1 de cada 300 anestesias generales.
Complicaciones graves
En algunos casos, puede que hayan complicaciones graves debido a problemas con la vía respiratoria de los pacientes.
Una de las causas puede ser que el contenido del estómago pase a los pulmones. Esto se llama “aspiración”. Para minimizar el riesgo, a menudo se aconseja a los pacientes no comer durante las seis horas anteriores a la intervención quirúrgica planeada, y a algunos pacientes se les dan pastillas para reducir la cantidad de ácido en el estómago.
Aunque muy poco frecuente, puede que hayan otras complicaciones graves que puedan resultar en la muerte, daño cerebral y la admisión inesperada a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Un estudio realizado en 2011 en el Reino Unido descubrió que se producen complicaciones graves en aproximadamente 1 de cada 16 000 anestesias.
Conciencia accidental o “recuerdo intraoperatorio” durante la anestesia general
La conciencia o recuerdo intraoperatorio ocurre cuando usted está consciente cuando se esperaba que estuviera dormido. Es poco frecuente, y ocurre en aproximadamente 1 de cada 20.000 anestesias. La conciencia es más frecuente al inicio de la anestesia y al despertar. Si es difícil de manejar la vía respiratoria, las probabilidades de que haya una mayor conciencia durante este tiempo son mayores.
Los dientes
Asegurar que sus dientes y cualquier tipo de trabajo dental, como coronas o puentes, estén seguros y sanos antes de la anestesia (acudir al dentista si hace falta). Esto reducirá el riesgo de que se dañen y reduce el riesgo de que un diente se suelte y caiga en la vía respiratoria.
Ayuno y premedicación para prevenir la aspiración.
Siga las instrucciones que le dan sobre cuando dejar de comer y beber antes de la anestesia. Esto suele ser seis horas para comer y dos horas para beber agua. También deberá tomar cualquier medicación para reducir el riesgo de aspiración según lo prescrito por el anestesiólogo.
Apnea obstructiva del sueño (SAOS)
Si sufre de apnea obstructiva del sueño, esto le hará correr un mayor riesgo de sufrir dificultades en la vía respiratoria y deberá ser vigilado atentamente tras la anestesia. Puede que tenga que pasar la noche en el hospital, incluso para procedimientos menores. Si tiene una máquina de presión positiva continua en la vía respiratoria (CPAP), debe llevarla al hospital. La usará a menudo durante su recuperación de la anestesia.
Barba y vello facial
Las barbas espesas dificultan el cuidado de la vía respiratoria, ya que las mascarillas pueden no ajustarse tan bien a la cara. Reducir la barba o afeitarla ayudará. Puede que su anestesiólogo le pida afeitarla por completo.
Elección del paciente
Si se esperan dificultades en el manejo de su vía respiratoria, el anestesiólogo debe ofrecerle una explicación completa y hablar con usted sobre las posibles opciones para el manejo de su vía respiratoria.
Hay muchos factores que, por sí solos o en conjunto, pueden sugerir que el manejo de su vía respiratoria puede ser más «difícil». Esto significa que es probable que el anestesiólogo utilice equipos o técnicas más especializadas antes y durante la anestesia. Algunos factores pueden tener relación con la forma y el estado de su boca, la mandíbula y el cuello, por ejemplo:
Otros factores pueden tener que ver con las condiciones médicas o los tratamientos médicos previos:
Su anestesiólogo considerará el mejor método para manejar su vía respiratoria, con base en su evaluación y los resultados de las pruebas que realice. Si su anestesiólogo cree que el manejo de su vía respiratoria requiere intervenciones adicionales, hablará con usted sobre las opciones disponibles para garantizar su seguridad durante la intervención quirúrgica.
En raras ocasiones, si hay mucha probabilidad de que hayan dificultades significativas usando el enfoque normal sobre la intubación, el anestesiólogo puede sugerir una intubación «despierta» (o sedada). En este caso, se coloca el tubo en su tráquea mientras esté despierto o sedado. De esta manera, si la intubación es difícil o falla, pueden simplemente parar y usted sigue respirando por su cuenta. Si se utiliza sedación, es posible que recuerde poco el procedimiento, aunque esto no es posible en todos los casos.
La intubación con el paciente despierto se realiza en el quirófano. Su anestesiólogo le conectará a varias máquinas para controlar su tensión arterial, su función cardíaca y sus niveles de oxígeno. Como para cualquier anestesia, colocarán una vía venosa (un delgado tubo de plástico a través del cual se pueden inyectarlos fármacos) en la mano o el brazo. También le suministrarán oxígeno a través de una mascarilla o un tubo de plástico blando dentro de las fosas nasales.
Con cuidado, su anestesiólogo rociará anestesia dentro de su nariz, boca y garganta varias veces para anestesiarlas. Puede que la anestesia le haga toser o puede que afecte su capacidad de tragar. Esto es normal, y su anestesiólogo cuidará de usted para garantizar que esté seguro.
Una vez que la zona esté entumecida, el anestesiólogo pasará un tubo pequeño y flexible con una cámara a través de su boca o nariz. Esto guía el tubo de respiración hacia su tráquea. Una vez que el tubo de respiración esté colocado de forma segura, el anestesiólogo iniciará la anestesia general y usted quedará inconsciente.
En el siguiente video, publicado por la web de anestesiología especializada en el manejo de la vía aérea, fibroanestesia.com puede ver como el anestesiólogo realiza el procedimiento de intubación traqueal despierto en forma totalmente confortable para el paciente.
Dependiendo de la duración de su intervención quirúrgica, es posible que su boca y garganta sigan entumecidas durante un tiempo después de despertarse. Puede que le aconsejen no comer ni beber durante un par de horas para prevenir la asfixia.
Si su anestesiólogo cree que su vía respiratoria requerirá un manejo específico en el futuro, o ha tenido problemas significativos en el manejo de su vía respiratoria puede que considere necesario generarle un informe escrito de “alerta de vías respiratorias difíciles”. Debe llevarlo cuando acuda a consultas en el hospital en el futuro, para que el anestesiólogo que le atienda sepa cuáles fueron las dificultades y pueda planificar su próxima anestesia. Resulta útil mostrar este informe a su médico de cabecera para verificar que la información esté registrada en su historia clínica.